Beatus Petronius

Acontecía que,
 mientras el invierno se desvanecía y sus días se agotaban, 
 el cielo gris seguía adornando la mañana.

Y sin embargo, en su corazón,
la alegría de la luz borraba el invierno,
 desdibujaba el gris,
y fuera,

el viento acariciaba el olivo,
 y los gorriones dibujaban lineas que alumbraban el gris del entelado, 
dejando el día sin estación .






2 comentarios:

  1. ...porque así es la alegría, arrasadora, plena. Bien lo saben los gorriones que, en bandadas, habitan los espacios cotidianos, y también los otros. Un día puede ser así, libre, como absuelto de ser definido, un día sin marco, un "día sin estación"...
    Feliz, por tu retorno.

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