El despertar se produce despacio,
es casi como el susurro de una lluvia menuda,
pero la fuente tiene un dulce caudal y
los pájaros que saludan en el jardín,acompañan .
Las gotas de azul tiñeron el rojo que ya quemaba.
Ahora,hay un lento despertar,sereno.
Más humano.
A mí muy querido hermano Goethe ,que me animó a teñir con gotas de azul.
Hay despertares bruscos...y otros suaves, serenos...como el que describís. Celebro la lluvia, esa lluvia lenta y transparente, sinfonía mágica que recibe la Tierra. Y más celebro aún tu regreso.
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