Estrategias de visualización de lo invisible



Antes de entrar en la película permitidme reproducir algunas consideraciones de José Luis Guerin, las encontré en una entrevista publicada en Lateral 106, octubre de 2003


Dice el cineasta “no sé si he enfocado especialmente el tema de la memoria y el territorio, porque precisamente eso es por definición el cine, ¿no?, casi cuando aprietas el obturador de la cámara sabes que estás convirtiendo ese presente en pasado, que estás reteniendo lo que será un pedazo de memoria consubstanciada en cine.”

“La realidad no se deja capturar así por las buenas, creo que siempre obedece a una estrategia la captura de la realidad…mi caso es una serie de estrategias para visualizar cosas que si no permanecerían ocultas en la cotidianeidad, un niño que cruza un valle para ir a su colegio, si no lo filmas bien y buscas los momentos emblemáticos, significantes de ese trayecto no ves nada”

“Su obra puede ser leída como una poesía fílmica sobre la destrucción. De una forma de vida en Innisfree …en Innisfree el montaje remitió un poco a eso: empecé mostrando el mundo más arcaico, los trabajos más ancestrales, la recolección de algas, y progresivamente se ve cómo se va contaminando por así decirlo, ese mundo: el turismo, las televisiones, la música de ACDC están ahí, son desde luego mundos que desaparecen.”

He encontrado interesante empezar por aquí, por lo que pudiera rastrear en la idea del cineasta.

Es cierto que un gran tema en Innisfree es la progresiva desaparición de un modus vivendi, un modelo social que desaparece por un modelo global que agota las culturas, las dilapida y las sustituye por un modelo unitario, globalizado y vacío, un modelo del desencanto de las apariencias. Dice una irlandesa  tras un tiempo  en USA algo así como “estaba harta de los americanos, sólo piensan en trabajar para hacer dinero”; curiosamente a su vuelta a Innisfree ,que no ha escapado al modelo de globalización, se ve abocada a un ridículo stand turístico con la foto de John Wayne, todo muy americano.

Ese modus vivendi que desaparece lo hará cuando pasen a mejor vida sus protagonistas, muchos de ellos ya octogenarios; Entonces sólo quedará el fiel testigo del territorio, los árboles del bosque que adquieren tintes protagonistas capturados por el cinematógrafo, por la fotografía objeto del mismo. Quedará el río y quedarán las piedras y también nos quedará la obra de José Luis Guerin, su poética atrapada en celuloide.

La Luz captada, su mirada, testigo del perenne movimiento desencadenado por el incesante suceder de generaciones, de lo viejo a lo nuevo, de lo nuevo a lo viejo magistralmente recreado en una escena de la obra. Y así nos hace percibir que hay un sustrato que permanece al modo de un Herman Hesse del cinematógrafo.

Captarlo en tan diversos momentos y muy especialmente en el baile responde a esas estrategias de las que nos habla el cineasta; son tan diversos los momentos a destacar que me gustaría ir desgranando poco a poco ,pero os dejo en el disfrute de poder hacerlo personalmente. Yo me quedaré con la gente, con las canciones, en la noche, en el Pat Cobham Pub.

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